Friday, November 28, 2008

El mejor periodista

Juan Augusto era el mejor periodista que había tenido ‘‘El Periódico’’. Siempre estaba al tanto de los reportajes más interesantes y los cubría con su bien conocido manejo de tensión. Nadie entendía como lograba estar antes que cualquier otra persona en el lugar de los hechos y lograba terminar sus notas precisas sin fallas y en menos de cinco minutos.

Para peores, sus notas eran verdaderas joyas literarias, planeadas fríamente con días de anticipación y plagadas de una prosa intensa y precisa.

Ahora… el lector se preguntará con qué tiempo planificaba Juan Augusto sus noticias si las presentaba cinco minutos después del acontecer.- Para comprenderlo tendremos que adentrarnos en la morbosa mente de nuestro personaje, porque Juan Augusto, era en realidad un sociópata, egoísta con la sensibilidad de un monstruo.

Cuando cubrió (con su perfecta redacción) una descripción exacta de la bomba y el terrorista en la embajada de los Estados Unidos, ‘‘El Periódico’’ logró una nota digna de premio internacionales, el reportaje del psicópata que violó, torturó y mató a cinco vírgenes tampoco se quedaba atrás. Juan Augusto también logro detallar antes que la policía el acontecimiento de los cinco hombres asesinados azarosamente por un francotirador.

Todo esto porqué el psicópata, el francotirador y el terrorista eran uno solo, Juan Augusto. Cómo ya habrá descubierto el lector a nuestro periodista le gustaba saborear sangre. Si bien es cierto que buscaba notas, eso no excluye que Juan Augusto disfrutaba del morbo. Le provocaba un placer inexplicable la violencia de dar miedo, la sangre de las víctimas.

Era por esto mismo que cubría los sucesos. Con su capacidad de manipular y su genialidad innata hubiera sido fácil para él crear una crisis política o hacer caer la economía, pero su placer estaba en matar. En desgarrar sueños y almas, descuartizar y torturar, sentir gritos silenciados con miedo y tal vez un pedazo de tela.

Una vez alguien se atrevió a apuntar sus dedos hacia este ser asqueroso. Se trataba de un viejo abogado del pueblo que descubrió algunas coincidencias en las notas de Juan Augusto. El día en que el licenciado se preparaba para dar declaraciones a sobre algunos casos no resueltos, el título de la portada de ‘‘El Periódico’’ decía: ‘‘Notario se ahorca tras quemar su casa’’.

David Ching
2008

Este lo escribí hace rato pero hasta ahora me atrevo a publicarlo

1 comment:

Ana I. said...

La idea me pareció muy buena, solo me hubiera gustado que le metiera mas intriga al relato...