Saturday, November 1, 2008

Doña Rosita

Para popó… obviamente

Doña Rosita está en la sala viendo televisión, ella nunca va a entender estas letras.

A doña Rosita no le gusta que le ayuden, siente que tras más de noventa años tiene el derecho de independencia con el que siempre ha vivido. De vez en cuando le da golpecitos inofensivos a algún nieto que se atreva a asistirla para subir al carro o a la grada de la escalera sin embargo ríe cuando es necesario que alguien la sostenga para que no se caiga. Su carcajada es la de un bebe calvo de cara gorda, solo que su cara es flaca y morena, y su cabellera blanca tienta llegar al cuello. Pronuncia en su pobre español un ‘‘casi me caigo’’.

Doña Rosita se levanta, deja encendido el televisor y avanza lentamente hacia las gradas.

A doña Rosita le gusta la comida, siempre le reclama a algún hijo o nieto si su plato tiene demasiada, pero se sirve constantemente hasta quedar llena. Quizás lo hace porque siente que si abusa no quedará nada para los demás, después de todo, ella ha conocido el hambre y no quiere que sus descendientes la sufran.

Doña Rosita camina por las gradas tambaleándose y apoyándose en la pared, un nieto apaga el televisor.

A doña Rosita no le gusta que se le pierdan sus cosas, no hace mucho regaño a un nieto por una caja extraviada que él nunca tocó y que solo Dios sabe adónde está. Ella administra su vida en la mente y sabe con cuánto dinero y tiempo exacto puede dedicar para hacer feliz a sus nietos. A pesar de los años que carga en su espalda ningún hijo podría administrar su vida mejor que ella.

Doña Rosita sale de la casa y se monta en el carro.

A doña Rosita le gusta estar en familia. El diciembre pasado estaba deprimida y bastó una navidad con sus hijos y nietos para sacarla de su tristeza, a pesar de que ella nunca entendió bien el significado de la navidad. La señora disfruta las comidas grandes de toda la familia en algún restaurante, le recuerda a su lugar natal. Desde que se fue don Rafael, doña Rosita intenta cada vez más ver a toda la familila.

Doña Rosita se fue en el carro con mi padre y sé que pronto volveré a ver a mi abuela.

David Ching
2008

1 comment:

Eu said...

Aww :) me sonó a mi nona, jeje.

Describe a una persona que sería muy interesante conocer, que tiene mucho que contar.

muchos años más a doña Rosita :)