Thursday, January 8, 2009

Dieciocho años, viviendo de ilusiones y sintiéndose pequeño

¿Sabes? A veces uno no puede evitar sentirse pequeño y vivir de ilusiones.

Cuando toca… caminar por la Plaza de la Cultura mirando abajo, molestado por las palomas. Porqué a veces no hay que salir de este trapecio para sentirse pequeño, basta saber que a los dieciocho habían quienes enaltecían los idiomas o luchaban por lo que creían.

Y es que tal vez suene cliché o cursi, pero uno que se queda aquí, jugando de universitario intelectual bohemio porque eso es lo que uno hace cuando tiene dieciocho años y vive de ilusiones. Pero…¡qué buenos eran esos tiempos! Y ¡Qué bonito hacer algo así!

Sírvame un olafo, porque ahora puedo y se acabaron las clases. No más pseudo-intelectualismos ni esnobismos disfrazados y diluidos porque no hacemos nada y eso me pudre.

Después del olafo es temprano y tal vez tenga ganas de molestar a las palomas en la Plaza de la Cultura o dar una vuelta en el mercado central. A estas horas San José es bello sin embargo…. Aquí, en este círculo, dando vueltas entre facultad y facultad porqué no queremos o nos da pereza algo tan simple como agarrar un bus a Chepe. Tal vez pueda dormir un rato en la veinticuatro o sentarme en el pretil a existir.

Y estar de vuelta a la casa, otra vez, para leer a Julio Cortázar y Joaquín Gutiérrez y sentirse pequeño. O agarrar los anuarios de colegio y repasarlos a cabalidad para volver a sentir las ilusiones de antes. En el mejor de los casos llamar a un amigo, escribir, meterse en un intento de página web donde se refugian algunos blogs o hasta hacer cosas inmorales. Por lo menos es vivir en el hoy y no ser un punto entre A y B como dijo alguien.

Aún así escribir las notas no es suficiente, no rompe esquemas ni se escapa de lo inimaginable. No crea ni destruye nada y se mantiene estático, en gravedad cero, con un mediocre ‘‘super-yo’’ satisfecho y el ‘‘ello’’ tirando flechas detrás de la muralla.

Porque al fin y al cabo eso es lo que uno hace cuando tiene dieciocho años, se siente pequeño y se vive de ilusiones.

David Ching
2009

4 comments:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* said...

uufff recuerdo cuando tenía 18 años, creía que todo era como los cuentos de hada que nos receta "holigud"... Hoy, muchos años despues sigo soñando como a los 18, pero ahora si, con los pies bien puestos sobre la tierra, diferenciando lo real de lo irreal.

Saludos

Ana I. said...

"meterse en un intento de página web donde se refugian algunos blogs o hasta hacer cosas inmorales"

"en gravedad cero, con un mediocre ‘‘super-yo’’ satisfecho y el ‘‘ello’’ tirando flechas detrás de la muralla"

Bien dicho. como cosquillea sentirse pequeño...

Nati Jaguar said...

Ching esto me gustó mucho jaja.
Yo nunca comento su blog, pero quiero q sepa que esto mencantó.

Ching said...

Gracias por los comentarios... se les aprecia mucho