Friday, August 29, 2008

Ganadores y perdedores

Son los españoles que hablaron catalán
Son los cubanos que huyeron de Miami
Son los desertores de las guerrillas de las Farc
Son los que son o repudian a los nazis

Son los estudiantes que se sentaron en Berkely
Son los jóvenes que ocuparon La Sorbona
Son los rusos que negaron a Lenin
Son los que depusieron de las pistolas

Son los intelectuales universitarios
Son los frentes violentos de Centroamérica
Son los grafitis de los centros urbanos
Son la actitud dubitativa y escéptica

Son los que nos dieron nuevas ideas
Son los que no nos dejan progresar
Son los que nos muestran que hay problemas
Son vagos que no saben gobernar

Son drogadictos, utópicos, inhumanos
Son héroes, admirables, luchadores
Son tanto en lo bueno y tanto en lo malo
Son rebeldes, ganadores y perdedores

David Ching
2008

Wednesday, August 13, 2008

La Lluvia

(Este cuento fue antes publicado en el blog rincon de tinta y papel, administrado por Mauro Trigueros)

Caían las gotas como cristales en las vasijas. La áspera noche del yigüirro cantante entraba por todas las hendijas del viejo pueblo, al igual que el agua. El reflejo de plata de las calles de lastre mostraba una luna llena triste, llena de lágrimas. Una vieja casa de adobe con un pórtico humilde se veía a lo lejos.
Elías caminaba, las gotas y el sudor rodeaban su mejilla y su pecho. No cargaba paraguas, era inútil, la lluvia se escabullía como el aire estos días y se metía en los poros. La humedad era tal que el viejo pórtico humilde parecía estar bajo el agua…
‘‘Toc toc… suena la tinaja… toc toc…Suena la madera’’-
- Mirá no más, esta maldita lluvia ya hasta nuestra hija jodió- dijo la mujer mientras Elías la miraba. Era tosca de forma, cierto atractivo rodeaba la carne morena (o curtida por el sol, ya no se podía distinguir), chola y guanacasteca. Su carácter era fuerte y sosegado, tanto así, que sin conocerla se le veía como si fuera dócil.
- ¿Que hacemos? ¿qué me pides? ¿dejar esto? ¿adónde? La carretera se derrumbó, la voladera de pata es gigante, Isabel no la aguantaría- replicaba Elías con su marcado acento nicaragüense. Veía a Teresa, a Isabel, al pueblo, a su vida, todo se veía venir… pero qué hacer.
‘‘Toc toc… suena la tinaja… toc toc…. Suena la madera’’-
La noche practicaba esa vieja costumbre del misterio. En tan solo segundos de silencio, mil voces replicaron el interior de Teresa y de Elías, y el incesante canto de Isabel alborotaba la angustia de sus almas: ‘‘Toc toc… suena la tinaja… toc toc… Suena la madera’’
Elías venía de otro lugar, no conocía estas tierras. Su genio furibundo e inocente solo se controlaba por el amor que guardaba por Teresa y la paciencia de trabajador arduo que había marcado su cuerpo… este lugar no lo había visto nacer, pero no había más que decir, sin conocer mucho se pronosticaba el futuro, la lluvia caía… eso hablaba por sí mismo.
Teresa llevaba más de tres décadas viviendo en este viejo pueblo, no sabía cómo explicarle a ese extranjero de fachas (tosco y cholo como ella) lo que sentía. Nunca había llovido tanto, en toda su memoria tal diluvio no se registraba. Ella pronosticaba lo que venía como cualquier mortal, sabía cual iba a ser su destino… finalmente rompió aquel silencio eterno de dos minutos:
- Nos vamos- dijo de forma concisa, sin más ni menos...
- No podemos- aseguró Elías
- Bueno, ya sabes lo que viene entonces. Esperemos que la comisión llegue a tiempo, que nos salve, esperemos volver a ver todo esto. Ya mirás al fondo el cerro, que se nos viene encima, y no para de llover. Ya mirás al lado el río que se nos viene encima, y no para de llover. Ya mirás alrededor el mundo que se nos viene encima, y no para de llover.

David Ching Vindas
2007

Friday, August 8, 2008

Principio de Incertidumbre

Cuando Einstein dijo ‘‘todo es relativo’’
Heisenberg preguntó ‘‘¿Adonde estás?’’
Y desde entonces no existen motivos
Porque al responder no se supo velocidad

Hawking quiso encontrar en agujeros
Lo insignificante de la tierra y su diario
Y Schroedinger sin saber si existen perros
Llevo su gato al veterinario

Y todos buscaron respuestas
En este caos cuántico imposible
El universo se expande y es más chica la puerta
Del saber y de lo infalible

Pero ¿si en el espacio-tiempo curvo
Sobrepasé la velocidad de la luz?
¿Cuántas dimensiones para no ser absurdo?
¿Cuantas frecuencias para que Doppler oiga luz?

¿Y si estudiamos la doble entrada
Cuando todo es posibilidad?
¿Somos onda, partícula o nada?
¿Somos fotones? ¿Somos?...¿En Realidad?

¿Acaso el big bang expandió el polvo escueto
La materia o energía oscura que jamás
Nos resolvieron el maldito incierto
De si somos? ¿Somos?... ¿En realidad?

David Ching
2008