Es la misma sonrisa con que te despiertas
con que mides el peso de la mañana
y te resignas a
seguir besándome
aunque la alarma del reloj apresure los segundos,
Es el mismo encanto con que te vistes y te desnudas
y pierdes la mirada tomando café
o te carcajeas haciendo bailar tus aretes
en miradas que el alma no puede ocultar,
Es la suavidad con que nos acariciamos,
con que compartimos
alegrías pueriles
y nos acabamos la caja de condones,
que intima con las conversaciones impúdicas
y madrugadas que no tienen fin
Es el olor que me dejaste en la risa.
La marca de tu alma en mi andar.
El paso que marcamos sin pensarlo
Es todo eso lo que pinta el paisaje
del fondo de las anécdotas de brillantes ojos
y las historias con que olvidamos cómo olvidar.
2015
2015