Hay adioses que marcan.
Algunos son azules,
de lágrimas de por medio
y corazones estrujados.
Otros rojos,
tiran gritos de dolor
con rabia entre los dientes
y deseos de no volverse a ver.
También hay amarillos
que entre sonrisas y sonrisas
devuelven carcajadas
y lágrimas de felicidad.
Pero mis favoritos no tienen color
o tienen todos, que es lo mismo
y con discursos
o cervezas
o sonrisas con lágrimas
o abrazos sinceros,
te dejan palabras con sabores
y olores a esperanza
de que a la vuelta de la esquina
nos volvamos a topar.2015