Wednesday, September 9, 2009

Tres Meses

No era parte del contrato volver a ver tu cara enajenada ni reflejarme en el espejo con los ojos nublados. Es que tirarse a jugar futbol ya no es lo mismo, por ejemplo, ya no está el flaco, huyó con los de la esquina y la verdad, casi me voy con ellos también.

Te extraño un poco, para ser sincero. Es que no es igual, aunque nunca me gustó la rutina, repetir las costumbres era agradable. Tomar café en las mañanas soleadas, salir e vez en cuando a las obras del flaco, los recitales de poesía en el Balay, justo después del ensayo de la danza que me obligabas a ver a fin de mes.

Vos, ensayo, yo, trabajo, computadora, escritorio, hola ¿cómo le va jefe?, gritos, felicitaciones, almuerzo, Café Balay, ‘‘¿Qué tal el ensayo?’’, ‘‘se ve bien la danza’’, ‘‘¿promete?‘’ ‘‘ahí verás’’, volver, escritorio, salir (si es temprano) un partido, ( si es tarde) una cerveza, llegar, esperarte, cenar, y la noche un misterio, mañana quien sabe.

Eso es, lo lindo del Balay. El flaco cruzó la calle con el sombrero de copa que le robó al viejo y hacía vueltas de canela en media vía toreando a los carros que lo madreaban. Nosotros con la risa en la punta de la nariz. Café negro, cómo todas las tardes de sábado. Vos con tu danza y yo con la oficina que ni nos daba de comer, bien que sabíamos que con tus bailes era suficiente. Cenas baratas y buenos tiempos.

Ese día te tocaba presentar y yo me había tomado un café negro en el Balay ¿Tres meses? Te vi en el espejo para abrazarte, eso te gustaba. La cerveza de la tarde había estado bien fría, sabrosa, humo de cigarro, el sudor de la jarra.

‘‘Flaco agarremos un taxi hoy Luisa danza,, ya sabés cómo es. Si faltan tres meses para el gran estreno y Flaco, te quiero ver ahí. Nada de excusas, es justo antes… no solo te voy a joder yo, Luisa también hará tu vida imposible. Vos sabés que te queremos Flaco’’

La risa del Flaco era única. También lo extraño, ya te dije… no era parte del contrato. ¿Tres meses? Habíamos ido , te juro que es cierto, estabas de azul y el pelo acolochado. El flaco te tiró un piropo cuando aplaudían de pie, tal vez lo escuchaste y por eso fue que te pusiste roja ¿Porqué no fuiste al Balay?

Tardes de café, se sentaba echándose para atrás y moviendo la corbata mientras levantaba las cejas: ‘‘Deme los muslos de pollo con salsa de carambola. ¿Usted Ignacio? ‘‘lo mismo de siempre, usted ya me conoce Gloria’’ completamente cliché y burocrático, pero así lo querían, sino nada de viaje, ningún concierto. Seguir de necio día a día tirando letras en la computadora porque vos sabes que yo lo quería ‘‘¿Tres meses?’’ ‘‘Si, tres meses’’.

‘‘Que bien, que bien, hoy en la noche baila luisa, proyecta ser un éxito… Allá en el teatro de la esquina frente a la plaza, ¿en serio tres meses?’’

‘‘Flaco ¡nos vamos! Tres meses, mañana celebramos en el recital de poesía del Balay’’. ‘‘Bueno ya que seguís, pero no más de una, acordate quie Luisa baila hoy. Allá países del este, ¡Salud!’’

7:00 Am, cortinas, bajo a hacer el café y llamó el Flaco, que la vieja está mal, ‘‘no me digas eso por favor’’. El próximo martes hay recital de poesía. Luisa ¿Qué? No más ¿tres meses? ¿NO te había contado? Hoy en el Balay, si para el recital de Marquito Flores, van los de la esquina, si también el flaco, pero que la vieja está mal. Los de la esquina tal vez se vayan a buscar vida.

¡Aplausos Marquita! ¡Qué grande Flores! Otra copa de vino por el Flaco y por Ignacio ¡Salud! ¡Tres meses! Más vale que cuando vengan no se vuelvan a sentar en un escritorio. Otra copa para Raúl, Luis y Fello que nos abandonan. Que buscar vida y el Balay es muy pequeño, la mejor de las suertes ¡Salud!

De repente que la vieja está mal ¿Ya te dije que era lindo abrazarte? A ti o al flaco ¡Qué cabrón este Ignacio con sus adjetivos sin carne! Callate Marquito, no todos somos poetas y a algunos nos gusta la palabra lindo, pero ya la cagaste, quemá este puto papel.’’ Historia de siempre con Marquito, no ves al Flaco que nos desertó ¿tres meses? Y te juro que no más oficinas ¿y si lo mio es escribir? ¿y si allá no hay Balay? ¿Los martes de Marquito?

Y al final se fue con los de la esquina ¿Tres meses? Bien lejos el recital de poesía los martes a las ocho. Qué hay de la danza ¿porqué no lo intentás? Ahí está como siempre pero no Luisa, el Flaco no va a volver, vos tampoco. Me fui un tiempo y no los volví a ver ¡Tres meses! ¡Salud!

Ignacio


David Ching

2009