Sunday, September 30, 2012

Una corona de espinas de rosas



Olvidaste una corona de espinas de rosas
remojada en el azul desparramado de los tinteros
y el agua de lluvia de las hiedras perezosas
que nunca quisieron trepar los azulejos

Los pétalos no palidecieron su rojo vivaz
ni dejaron de brillar con la luz de la mañana,
más ingratos, permitieron que el tiempo fugaz
les arrancará con crueldad sus tímidas canas.

Quedaron las espinas con los tallos sin retoños
cuando las macabras flores quisieron partir
para dejarme oxidado, desolado y solo
con la egoísta promesa de no revivir

y en el patio quedó tu corona de rosas
vacía y triste sin rosas que dar
con la memoria taciturna que llora celosa
la esperanza que el tiempo se encargó de olvidar.

David Ching
2012