Tuesday, October 4, 2011

Verte partir

Es duro verte partir en los meses atroces,

y ver cómo te vas día a día de mi alma,

dejando las cascaras de los recuerdos en los rincones


Es duro ver como todos los compañeros lo toman tan sonrientes

y parecen afirmar que no extrañarán tu presencia

mientras yo no puedo apartar la mirada cuando se alejan los trenes


Verte partir es fijarse en las amapolas de los caminos,

en las tazas de café y las noches de desvelos.

Es recordar con melancolía la olla de carne de los días fríos.


Aún estamos a mitad de camino y la cancha está mojada,

cómo para embarrialarse en una mejenga de cuando éramos chamacos

y agarrar la cleta para tirarse sin frenos por la bajada.


Pero todavía queda el sin sabor de haber perdido las oportunidades,

de preguntarse todavía si valió la pena tanto sacrifico,

de pensar en el frío que se mete por las orejas en las navidades


Es duro verte partir porque no queremos y nunca lo pedimos,

porque los adioses son lo más ingrato que inventamos los humanos.

Es como regalar confites para quitárselos a los carajillos

y pretender que los tiempos mejores no son los pasados.


Es duro verte partir dejando todo manchado de azul,

cerrar las cajas de recuerdo con tapas de madera

ver marchar día a día el aliento de la juventud

e irse en silencio… con tantos ‘‘hubieras’’.



David Ching

2011